Vidrio
En la definición del vidrio como sólido que permite el paso total de la luz visible, también se incluyen, dentro de los vidrios, los plásticos transparentes y diversos materiales amorfos de otra índole, e incluso los metales de estructura amorfa. Para la propiedad del vidrio, la estructura amorfa resulta decisiva. La absorción de la luz es una característica de la red cristalina. Si no existe red cristalina, no se absorbe luz en el rango visible. Las estructuras amorfas se consiguen por solidificación brusca, enfriando las moléculas y los átomos de una masa fundida sin que tengan tiempo de disponerse en una estructura de red. De este modo, surge un "líquido solidificado". Los átomos y las moléculas permanecen en la disposición de la masa fundida, pero sin moverse. El componente principal del vidrio es el SiO2, que, en la naturaleza, forma cuarzo cristalino. La solidificación brusca permite obtener SiO2 totalmente amorfo. Es posible encontrar vidrio en forma de SiO2 casi puro (>99 %), en cuyo caso se designa como vidrio de cuarzo. Tanto el vidrio de cuarzo como el vidrio de borosilicato (aprox. 15 % de B2O3) son prácticamente insensibles a los ataques del grabado. Por este motivo, ambos vidrios se emplean como material para construir recipientes y ventanas de cámaras de plasma. También pueden solidificarse en una estructura totalmente amorfa diversos plásticos, sobre todo el PMMA y el policarbonato. Por este motivo, los plásticos amorfos también reciben el nombre de vidrios orgánicos.