Grafeno
El grafeno es una de las numerosas formas de cristalización exóticas del carbono. Se trata de una estructura cristalina puramente bidimensional, en la que los átomos de carbono están dispuestos exclusivamente en forma de anillos de benceno hexagonales. Una de las propiedades destacadas del grafeno es su extraordinaria resistencia en la dirección de las capas: la mayor de todas las sustancias conocidas. En 2010, los físicos Andre Geim y Konstantin Novoselov, de la Universidad de Manchester, recibieron el Premio Nobel de Física por su investigación fundamental sobre el grafeno. Hasta la fecha, el grafeno solamente se ha utilizado en investigación y en física. En 2014, todavía no existía ningún producto que contuviera grafeno, y eso que el grafeno permite desarrollar transistores con una velocidad de más de 100 gigahercios, mucho más rápidos que los transistores de silicio que siguen empleándose en los chips informáticos. Por lo tanto, el potencial económico del grafeno es descomunal. En el futuro, podrían llegar a utilizarse millones de productos basados en el grafeno en ordenadores, células solares o pantallas.