Antihuellas
En numerosas superficies, sobre todo metálicas o con pintura muy brillante, las huellas dactilares resultan especialmente desagradables; además, son especialmente difíciles de eliminar en superficies metálicas de apariencia mate. Para solucionarlo, puede recurrirse a recubrimientos repelentes al aceite (antihuellas), con una energía superficial especialmente baja (<15 mN/m), que presentan, ya desde el principio, más resistencia a las huellas dactilares. Las capas antihuellas son recomendables para todos los objetos de finalidad decorativa y contacto frecuente con el cuerpo: por ejemplo, elementos de cocina, muebles y electrodomésticos de gran valor (herrajes de puertas, televisores) y equipamiento sanitario (en particular, grifos de agua y espejos), pero también armas de caza y de tiro deportivo, así como trofeos y copas.